Ya no me importás, ya no te quiero, y esta vez estoy diciendo la verdad. Pero no puedo dejar de pensar en porqué todo cambió tanto. Cambiaste vos. Cambié yo. Cambió nuestra forma de pensar. No se quién maduró. No se quién es el culpable. Tampoco quiero saberlo.
Pero a veces es tarde cuando queremos volver atrás, y jamas nada vuelve a ser lo que era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario